Rosquillas esponjosas de leche condensada y limón

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Rosquillas esponjosas de leche condensada y limón


La rosquilla es un dulce de masa frita u horneada, en ocasiones aromatizada con pieles y/o zumo de limón o naranja, anís o aguardiente y de textura esponjosa u hojaldrada y normalmente rebozada en azúcar. Debe su nombre a su forma enroscada. Es uno de esos dulces tradicionales españoles que hoy en día se saltan las fiestas de las que son más típicas, normalmente Semana Santa, para convertirse en un dulce presente en las despensas de los hogares españoles para disfrutar en cualquier época del año y en cualquier momento, sea desayuno, sea merienda o sea momento "porque-yo-lo-valgo".

En este blog no hay ni una, ni dos, sino ya tres (contando con ésta) recetas de rosquillas. La verdad es que nos gustan mucho, pero estas rosquillas de leche condensada y limón han desbancado desde el primer asalto a todas las anteriores y a todas las probadas hasta la fecha, pero teniendo en cuenta que ninguna de sus predecesoras merecen no estar en el puesto en el que están, eh. ¡Pobrecillas! ;)

Estas rosquillas son super esponjosas y tiernas, tienen un delicioso y sutil sabor a limón y en el paladar te queda un rico regustillo a leche condensada. ¡Hay que ver lo que se sufre cuando una tiene que recordar lo ricas que están y no puede regocijarse saboreándolas mientras escribe! ¡Cachis!

Si eres de esas personas a quienes les echa para atrás manejarse con masas, ¡echa tus miedos fuera! Es una masa ligera y suave de manejar para la que tan solo necesitamos invertir cinco minutos en su preparación. Y te aseguro que hacerlas es una tarea super sencilla. Los ingredientes de la masa amalgaman muy rápidamente, queda suave y no se resquebraja ni al trabajarla ni al freírla. 

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Otro de los quids de estos dulces fritos es que la masa quede lo suficientemente dorada sin llegar a quemarse, y bien cocida en su interior. La fritura es un factor super importante. Por ello te voy a dar algunos consejos para conseguir la rosquilla frita perfecta.
  • Aceite. En lo referente a dulces, lo recomendable es emplear un aceite suave; hay quien prefiere de semillas, tipo girasol, o sencillamente de oliva normal. Personalmente, hace mucho tiempo que el único aceite que utilizo es el de oliva virgen extra tipo arbequina, que lo empleo para prácticamente todo tipo de elaboraciones, incluso para dulces, porque su sabor no es nada fuerte. 
  • Cantidad. Siempre abundante, aunque sin que llegue a cubrirlas por completo; hasta la mitad está bien.
  • Temperatura. La temperatura del aceite no ha de ser fuerte, pues lo que ocurrirá es que la masa se dorará rápidamente, mientras que el interior quedará crudo. Para que te hagas a la idea, en mi cocina vitrocerámica la temperatura está ordenada de 0 a 9 y freí las rosquillas a temperatura 6, teniendo en cuenta que a medida que vamos friendo, la temperatura del aceite aumenta, por lo que en las últimas tandas tuve que bajar la temperatura a la potencia 5. 

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Receta de rosquillas esponjosas de leche condensada y limón

Ingredientes (25 unidades aproximadamente)
  • 1 lata de leche condensada pequeña (397 gr)
  • 4 huevos tamaño M-L
  • Ralladura de 3 limones
  • 600 gr de harina de trigo normal
  • 32 gr de impulsor químico
  • Aceite de oliva para freír
  • 3 cdas de azúcar blanquilla y 1/2 cdta de canela en polvo para rebozar
Elaboración
  1. En un recipiente hondo y amplio batimos los huevos y la leche condensada hasta blanquear.
  2. Añadimos la ralladura de los limones y mezclamos.
  3. Tamizamos la harina junto con la levadura y la añadimos poco a poco a los huevos mezclando los ingredientes con una espátula de madera. Una vez que los ingredientes se han integrado podemos usar las manos para amasar. No añadiremos más harina si la masa se nos pega en las manos, pues corremos el riesgo de que al final queden duras. Simplemente nos despojamos de la masa que se nos haya pegado, cubrimos la masa con un paño, y la dejamos reposar 10 minutos.
  4. Trabajaremos la masa hasta darle forma de bola, entre dos y tres minutos. En general es una masa agradable. La envolvemos en film transparente y la dejamos en reposo durante media hora.
  5. Transcurrido ese tiempo cogemos porciones de masa de aproximadamente 45 gramos de peso, les damos forma de bola y la estiramos formando un cilindro de unos 20 centímetros de longitud, y unimos los dos extremos para formar la rosquilla. Las reservamos a medida que las vamos formando sobre una superficie aceitada para evitar que se peguen.
  6. En un platillo hondo mezclamos el azúcar y la canela en polvo.
  7. Ponemos a calentar abundante aceite de oliva en una sartén y freímos las rosquillas en pequeñas tandas primero por un lado, y cuando estén doradas, les damos la vuelta para que terminen de hacerse por el otro lado.
  8. Retiramos las rosquillas a un plato con papel de cocina para que absorba la grasa de la fritura y acto seguido (aún calientes) las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela en polvo.
  9. Una vez frías podemos guardarlas en un recipiente hermético. ¿Cuánto duran? ¡Gran pregunta! En mi casa duran no más de tres días. Ja ja ja.

Receta de Kanela y limón



2 comentarios:

  1. A mi también me gustan mucho las rosquillas y estas te han quedado genial! :)

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    Respuestas
    1. Y no te imaginas los deliciosas y esponjosas que están, Sara.

      Muchas gracias por tus palabras.

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