ROSQUILLAS DE AGUARDIENTE
Hace mucho, mucho tiempo que andaba detrás de hacer rosquillas y es que hubo una temporada en la que parecía que de los blogs brotaban rosquillas a cada cambio de página, y ya sabéis que somos de culo veo, culo quiero, y aquello solo alimentaba mi gula perniciosamente, como suele pasar.
Pero pasó el tiempo, y con él las ganas de hacer rosquillas se enfriaron. Se perdió el amor, que diría aquella. Pero el run-run seguía recorriendo mis neuronas.
Un día, una preciosa caja de latón de mi madre destapó de nuevo las ganas de hacer rosquillas. ¡Qué rosquillas más jugosas y aromáticas! En seguida me dijo que las había hecho una vecina, y ya sabéis cómo somos con nuestro afán por recopilar recetas. "¡Dile a Elena que te pase la receta!", le dije a mi madre. Y total, que ya sabéis cómo son las madres, y al día siguiente tenía la receta apuntada de su puño y letra y además estaba invitada a hacerlas con ella. A casa me traje un tarrito con aguardiente, del seco, mucho mejor que el dulce para este tipo de elaboraciones, y muchas ganas de hacer una receta tan rica.
Y el día llegó, y fueron testigo de las primeras en salir de la sartén esas amigas con las que tan buenos ratos pasamos whatsappeando - Carmen, Neus, Paula y Beatriz -, y va por ellas esta receta, pues ellas me la pidieron en primera instancia. No puede haber mejor que un dulce para dejarnos tan buen sabor de boca de una amistad que espero perdure durante mucho, mucho tiempo.
Va por todos, pero especialmente, por vosotras.
Ingredientes (Para unas 15 rosquillas)
- 1/2 kg de harina normal
- 1 huevo
- La medida de un huevo de aceite de girasol o de oliva suave
- 1 sobre gasificante blanco y otro morado (de venta en Mercadona)
- 6 gramos de levadura química
- 1/4 de vaso de los de agua de zumo de naranja
- 2/3 de vaso de los de agua de aguardiente seco
- 3 cdas de azúcar blanquilla + azúcar para rebozar las rosquillas
Elaboración
- En un recipiente grande batimos el huevo y añadimos todos los ingredientes excepto la harina. Mezclamos bien con una cuchara de madera.
- A continuación añadimos la harina. Primero unos 400 gramos y poco a poco vamos incorporando el resto a medida que la harina vaya siendo absorbida. Nos debe quedar una masa que se despega fácilmente de las manos. Amasamos hasta que quede una masa lisa y si es necesario sobre una superficie de trabajo.
- Devolvemos la masa al recipiente, lo tapamos y lo dejamos reposar dos horas.
- Tras este tiempo la masa no habrá crecido, pero sí descansado. Amasamos de nuevo y formamos bolitas del tamaño de una pelota de golf, trabajando cada bola con las manos y posteriormente sobre la mesa de trabajo. Para ello nos ayudamos de las palmas de las manos, con las cuales estiramos cada bola contra la mesa hasta darle forma de cilindro de unos diez o doce centímetros de largo. Humedecemos los extremos con un poquito de agua y los sellamos para darle la forma típica de una rosquilla. Reservamos sobre un paño de algodón y las vamos tapando con otro paño a medida que las vamos formando.
- En una sartén honda, o en una cazuela, ponemos a calentar suficiente aceite para freír las rosquillas. Antes de comenzar a freírlas, con el reverso no afilado de un cuchillo practicamos un corte por la parte externa de las rosquillas.
- Una vez que el aceite esté caliente, las vamos friendo por tandas, las retiramos sobre una fuente con papel absorbente e inmediatamente después las rebozamos en azúcar que habremos preparado en un plato aparte. Reservamos las rosquillas y esperamos a que se enfríen para comerlas, si es que puedes esperar ... ;), porque después del olor que queda en la cocina, difícil es.
Qué ricas, sí es cierto que hubo una temporada que las rosquillas fueron las auténticas protagonistas, si es que están de muerte!. Es una de mis bollerías favoritas y no las hacemos más porque nos ponemos como toneles!!
ResponderEliminarParece que has encontrado el amor y no sabes lo que me alegra, jajaaa, ha vuelto en forma de rosquillas y ademas compartidas con tu madre,, que momento mas especial!!!
ResponderEliminarMe encantan las rosquillas, un vicio hija, nunca me conformo con una!!!
Yo las tengo tambien en pendientes, pero ahora es imposible meterme en harinas, Madrid me espera, que tiemble la tarjeta!!!
Se ven exquisitas y me encantan las fotos, las protagonistas destacan de maravilla!!!
En poco ya te doy por fin el achuchón que te debía!!!
Besotes
Pues ya me has liado... Ahora quiero esas rosquillasmaravillosas que nos enseñas, que antes se comían mucho y ahora casi no se ven. Este sábado las espelteo! Besos.
ResponderEliminarque buenas que son las rosquillas y en casa zona las hacéis geniales y mas recetas de toda la vida,me alegro que disfrutaras de ellas con tu madre y también que las disfrutaran whatsappeando estas buenas amigas.
ResponderEliminarun besote
Cuando veo estas rosquillas siempre me acuerdo de mi abuela, ella las hacia a la perfección, la receta pasó a mi madre y muchas veces me he metido en la cocina con ella para ayudarla, lo que más me gustaba era poner la masa sobre la encimera enharinada, echar una bolita, meter el dedo en el centro y dar vueltas y vueltas hasta formar el rosco.... que recuerdos !! parece que los estoy oliendo y saboreando ahora mismo.
ResponderEliminarMuchas gracias Yolanda, me quedo con tu receta que la mía a saber donde estará.
Bss
Afri
Ufffffffff madre mía! Esas rosquillas de las madres, o de las vecinas ;)
ResponderEliminarMe encantan. Reconozco que son las que más me gustan, luego no las hago porque freír en casa me da cargo de conciencia, pero las devoro si me las pones delante. Me pregunto cómo quedarán al horno...
Desde luego los roscos fritos o rosquillas son sin duda mi dulce favorito, las prefiero a cualquier otro dulce más elaborado y chic, podría basar mi alimentación sólo en ellas, pero es sería desastroso tanto para la salud como para el físico. La receta me gusta, muy muy parecida a las que hago normalmente, aunque me gusta ir probando recetas nuevas. Y tienes razón respecto al aguardiente seco, mucho mejor. Un besito.
ResponderEliminarYolanda, yo quiero vecinas como las tuyas, jajaja, menudas rosquillas tan ricas. tienen una pinta tremenda. besos!
ResponderEliminarYolanda, qué rosquillas más buenas, con lo que nos gustan a nosotras, de lujo te han quedado!!
ResponderEliminarqué suerte tuvieron estas chicas de poder degustarlas,
besos
Que ricas Yolanda¡¡¡ yo tambien tuve una época que me dió por recopilar recetas de rosquillas. Si supieras las que tengo, (en pendientes claro). Pero aunque no esté incluida en ese wharapeto me las llevo, porque yo soy así. Bss y nos vemos este finde.
ResponderEliminarPor cierto me imagino que estaréis liadas con la quedada, pero si os apetece a lo mejor Teresa y yo y quien se apunte cenamos el sábado por Madrid... está sin confirmar, tengo que hablar con ella, pero ya me dirás. Bss
Virginia "sweet and sour"
Unas rosquillas de lujo y si saben a amistad compartida pues todavía más ricas :o)
ResponderEliminarOtra receta más a mi lista de pendientes,
Besos,
Palmira
Yolanda: a mi me chiflan este tipo de cosas fritas, pero huyo de ellas porque claro entran muy bien, pero luego se me quedan pegadas por el cuerpo en forma de lorzas, ja ja ja. Por aquí no hay tradición de rosquillas, estamos servidos con los buñuelos. Así sí que se cocina bien, con maestra cocinera incluida, ya se ve el resultado de sobresaliente.
ResponderEliminarUn besito
Se ven divinas estas rosquillas!!! A mí también me ha pasado lo mismo que tu!!! Hace unos meses también tenía unas ganas tremendísimas de hacer rosquillas pero se me pasaron las ganas. Creo que al ver tu post comienzan otra vez las ganas de rosquillas!!! Jejeje
ResponderEliminarUn besito Yolanda,
Sandra von Cake
Ummmmm...como me gustan, tengo una buena colección de recetas de rosquillas, pero estas pintan muy bien, serán las próximas que haga. Que pinta!! :)
ResponderEliminarBesos
Llegando esta época del año parece que nos ponemos en jaque con las recetas que engordan, pero claro, quién se puede resistir a una buena rosquilla?, yo, desde luego que no, y además con esa pinta que tienen las que nos traes aún menos. Yo creo que ya para las tuyas no llego, pero voy a buscar hueco para prepararlas o, mejor, le digo a mi madre que me prepare unas pocas, que luego congelan muy bien y va una dosificando un poco, je,je. Besos.
ResponderEliminarYolanda, estas rosquillas me han recordado a mi infancia, cuando las hacía mi abuela! Es cierto que al verlas en un post apetece hacerlas!!!
ResponderEliminarBesos
¡Qué ricas Yolanda! En casa las prepara mi suegra, con Anís y nos encantan. Son muy típicas de nuestras meriendas de Domingo de invierno! Besos! te han quedado genial!! llevate unas cuantas el domingo..anda ...
ResponderEliminarAdoro e á muito que não como.
ResponderEliminarEssas ficaram lindos e devem ser uma delicia.
bjs
Por un momento casi he podido saborearlas, ¡que delicia de receta! y fotografías, me ha gustado mucho, solo que no soy nada valiente, ¡no me atrevo hacerlas!, me parecen tan difíciles, pero vamos que si me envías unas... Por mi, encantada :), jajaj, Un beso
ResponderEliminarque ricas! besos
ResponderEliminarPues que delicia nena, mira que siempre las he visto de anins y son esas las que precisamente me evocan a mi infancia con ese olor dulzon pero con aguardiente...no me las imagino aunque si las has probado tu y me dices que estan ricas, me lo creo a pies juntillas! ;)
ResponderEliminarBesines guapisima!!!
Lo que me gusta que quisieras conseguir la receta, así la tenemos todos que esas rosquillas tienen una pintorra estupenda eh?
ResponderEliminarY el bocado divino.
Besazos.
Ha sido leer tu receta y volver atrás en el tiempo. De repente me veo en la cocina con mi madre, haciendo unas rosquillas y disfrutando de ese olor inconfundible. Recuerdo a mi hermana esperando impaciente a que se templaran un poco para poder hincarles el diente. La receta de mi madre es un calco de ésta. Tengo un orujo divino que nos manda un amigo gallego y ahora que me has puesto los dientes largos, me veo el finde rosquilleando.
ResponderEliminarTradicionales y absolutamente deliciosas.
Mil besitos
Te voy a confesar un secretillo, si los bizcochos me gustan los roscos fritos son mi debilidad, las hago habitualmente, y no a diario porque van fritas y por eso de guardar las apariencias (que no la línea). Por esta zona se hacen con el aguardiente seco, yo siempre tengo una botella (para las rosquillas!, mujer que para tomarlo a palo seco es muy fuerte para mi). Tengo una receta parecida, pero como no es igual me llevo esta, no creo que tarde mucho en probarla, Ya te contaré
ResponderEliminarSeguro que tus compis de whatsap te van a estar eternamente agradecidas.
Un besazo
Yolanda, que deliciosas se ven !!!
ResponderEliminarEn Semana Santa vino una tia de mi marido del pueblo, y entre ella y mi suegra hicieron unas rosquillas, que estaban deliciosas, y además de traerme media docena de rosquillas, me traje también la receta, jejeje. Así que ... espero no tardar mucho en hacerlas, pero ... es que son tantas las cosas que tengo en pendientes por hacer ... en fín ...
Cuida esa amistad que es lo más bonito que hay !!! Madre mía la de satisfacciones que nos da el blog ehh !!
Besotessssss
Pues mira que ya me estoy poniendo nerviosa con tanta rosquilla y voy a tener que hacer unas!!!!..ya se lo dije ayer a Carmen al ver las suyas de choco...ahora vas tú y me requetetientas con las de tu vecina :)..vamos, que tengo que hacer rosquillas!!!
ResponderEliminarvoy a ver si tengo de todo...me falta el aguardiente!!!!, nooooo, cachis!!!!..mañana compro!!!!!
Este finde caen o si o si!!! :)
por cierto...feliz fin de semana bella reina de las rosquillas!!!! ;)
Tienes razón hubo una temporada que la blogosfera se llenó de rosquillas, y me dije cual hago ???? en casa mi madre tambien las hace, pero su receta es, "la harina que admita"... catxis!!! Tengo anís seco, así que este finde prepararé una tanda y si me salen la mitad de bien que a tí me doy por satisfecha, pues tienen un aspecto irresistible!!!... Besosss,
ResponderEliminarte puedes creer que nunca he hecho rosquillas en casa? No es que no me gusten, me encantan, pero sencillamente me da muchísima pereza freirlas.
ResponderEliminar¡Que ricas, qué peligro, madre mía! Mellevaba una ahora, que ya empieza una a tener gusa y gula, siempre, así que sumando... vamos, ¡que porque no te tengo al lado!
ResponderEliminarUn beso.
Las rosquillas siempre me evocan a las que hacía mi madre y a las que yo les hacía a mis hijos pequeños, será por eso que son una de las cosas que más me gustan, aunque ahora, con eso de evitar los fritos, apenas las como.
ResponderEliminarPero una de esas tuyas me la comía ahora mismo...
Un besico.
Yo también llevo un tiempo con el tema de las rosquillas. Me gustan mucho y Tomás tiene una tía que las hace deliciosas, pero no sé porqué cuando nos reunimos nunca me acuerdo de preguntarle por la receta, así que ni corta ni perezosa un día de estos (hace unos meses) me puse a ello, yo pensé ya verás con el tema de la intolerancia no saldrán, y sí, salieron pero seguiré experimentando, al menos con las harinas.
ResponderEliminarVeo que tus rosquillas te llenaron de satisfacción, las probaré, seguro que están deliciosas y cómo me conozco no podré parar sin hacerlas.
Un besito, guapa
Yolanda, qué bonita dedicatoria...llena de sentimiento y más dulce imposible. Y no lo digo porque vaya acompañada de estas ricas rosquillas, eh!
ResponderEliminarLas rosquillas fritas son una cosa que me vuelve loca. Yo las hago de anís. Entre otras cosas porque no tengo aguardiente pero si algún día me hago con una botella entonces cambiaré de tercio. Aquí tengo tu masa, que no se igual a la mía, para probar un nuevo tipo de rosquillas.
Aunque por estos lugares en que vivimos es época de rosquillas tontas y rosquillas listas, la época de publicación de tu entrada me parece de lo más acertado. Hay quien no gusta de las tradicionales y prefiere estas, las fritas. Como yo...por ejemplo !!!
Bss y buenas noches :)
Me encantan las rosquillas y estas tiene una pintaza!!!
ResponderEliminarAyyy! Qué rosquillas y con aguardiente, como las de toda la vida, te han salido guapísimas y esponjosas. Un besote!
ResponderEliminarComo te he dicho esta mañana ya estan en el papel para prepararlas. No sé cuándo podre pero no tardare. Ademas hare asi poca cantidad para que no me dé pereza ponerme y freirlas que llevan tiempo las condenadas. A mi me encantan las de mi madre, que las tengo en el blog, pero si le digo que haga me dice ¡ni hablar, que os las comeis en un santiamen con lo que cuesta hacerlas!!. Y yo le digo ¡de eso se trata madre, eso es que las haces muy ricas!!! ;))
ResponderEliminarGracias por la dedicatoria y que pena no poder probar hechas de tu manita
Un beso
Bea
En nuestra familia, creo que tenemos dulces asignados casi a cada mes. A las rosquillas nos toca en febrero, por eso de los carnavales y nos ponemos las botas comiéndolas, si es que nos encantan! Te han quedado divinas y desde luego ese toque de aguardiente y zumo de naranja...mmmm.... riquísimas! Bicoss :)
ResponderEliminarA mí me gusta comerlas, siempre que estén buenas, no demasiado aceitosas. Sin embargo, hacerlas no me gusta nada... Ya ves tú. Me como las tuyas!
ResponderEliminarB esitossssssssssssss
Qué ricas Yolanda. Cómo me gusta el toque de la naranja en este tipo de preparaciones, no se sabe lo que es, pero deja un retrogusto magnífico ¿verdad?. No te quiero ni contar como supieron estas en una merienda entre amigas, ¡¡qué gozada!!
ResponderEliminarA mi también me encantan pero nunca las he preparado, cuando me anime a hacerlas, ya sé dónde encontrar una buena receta.
Gracias y besos...
Ohhhh, qué ricas rosquillas!!! Y qué ilusión la dedicatoria, me ha encantado!!! Ya sabes que tengo una carpeta en la que guardo todas las recetas de rosquillas que quiero probar, esta sube en la lista, es lo que tiene tener enchufe, jajaja
ResponderEliminarQue pases buen día wapa. Besos. Paula
Pues fíjate que a mi es uno de esos dulces que no me llaman la atención, supongo que sera por que en mi casa siempre hay, cuando no los hace mi madre, los hace mi tía,o ambas,y, al final como que ya les he cogido hasta manía, pero lo que mas me disgusta de ellos es el rebozado de azúcar, es que tanta azúcar....pero bueno, aparte de mis gustos, te han quedado unas rosquillas geniales y seguro que las has disfrutado después de tanto tiempo queriéndolas hacer.Besos
ResponderEliminarQué buenos Yolanda! Me encantan estos roscos fritos, mi madre hace unos que están riquísimos tengo que pedirle la receta, estos tuyos me los han recordado.
ResponderEliminarUn besito y que tengas buen finde ;)
Muy ricas!! Pero me las guardo para despues del verano, que no son aptas para la operacion bikini!! Besos
ResponderEliminarEsta receta va para mi hojica de pendientes (ya demasiados), pero es que no me apetece freír!! Sí como lo lees, ni por la recompensa de saborear este manjar, madre mía, zumo de naranja, aguardiente...!Cómo estará mi cuerpo para renunciar a hacerlas ahora! Un besote bombón
ResponderEliminarMiquel cuando le digo q estoy en dos canales a la vez whatsapeando se rie...dice que cómo puedo...practicando Miquel...practicando jajaja
ResponderEliminarY mientras intento leer y coger una rosquilla...tu y Bea no paráis de whatsapear...así no se puede bloguear...
Nunca he hecho rosquillas pero todo llegará, tampoco antes habia hecho nada de lo que tengo publicado en el blog y ahora mira cuántas recetas hay.
Un beso
Mi querida amiga, como he dicho un monton de veces los dulces de salten me apasionan, y si son como estas rosquillas, con una receta que desborda cariño por todos los lados, mas me gusta, como tienen que estar de ricas, esas fotos con ese precioso paño, tan blanco lo dicen todo de ellas, una verdadera maravilla. Miles de besicos amiga preciosa
ResponderEliminarRosquilla, palabra mágica que hace que mi estómago se remueva y mi boca salive. Me encantan este tipo de dulces, tan ricos y a la vez tan calóricos... pero un día es un día.
ResponderEliminarBesos.
Buenísimas. A mí me encantaban las que hacía una hermana de mi padre. Eran lo más. Ves, este tipo de dulce si que me gusta. Y mucho. El toque de aguardiente tiene que ser estupendo. Enhorabuena por la receta. Genial.
ResponderEliminarLa verdad es que has muchísimas recetas de rosquillas y todas me parecen una verdadera delicia. Te han quedado con un aspecto de lo más apetecible. Dan ganas de estirar la mano y coger alguna para degustarlas con un buen café.
ResponderEliminarUn besazo guapa, espero que estéis pasando un día estupendo,
Me gustan las rosquillas de anís ,nata ,naranja ,pero las que mas me gustan son unas que tengo publicadas como rosquillas de Guadalajara ,me enseñaron a hacerlas cuando estuve viviendo allí,son para comer en el día ,ya que no duran mucho tiernas.
ResponderEliminarA estas tuyas el aguardiente les tiene que dar un sabor muy rico.besinos
Tengo pendientes de hacer también rosquillas, pero es que hija a todo no llegamos,...algún día caerán.
ResponderEliminarYa se lo que és, leer, cocinar, face, tv,.... y watsuppear al mismo tiempo...estamos locas, jejeje
Y lo bien que nos lo pasamos, jejej
Estas rosquillas me vuelven loca. Me suelen gustar casi todas, pero por las fritas MA-TO.
ResponderEliminarMiedo me da hacerlas, porque puedo no dejar ni una, jajaja.
Qué bien te han quedado. No conocía la versión de aguardiente: tengo recetas con anís, con nata... pero no con aguardiente. Así que otra más que me guardo, para ver si me da la ventolera y me pongo con ellas.
Un besote.