Albóndigas a la parmesana
Seguro que muchos conocéis el clásico Berenjenas a la parmesana, una receta típicamente italiana en la que se superponen capas de berenjena, salsa de tomate y queso mozzarella, ¿verdad? En mi casa es una de esas recetas que llegó un día con la thermomix, que es muy resultona porque preparas toda la receta en dos alturas, no conlleva apenas tiempo y tiene una sabor estupendo. Pero me sigue convenciendo más preparando la berenjena a la plancha que cocinándola al vapor porque termina desprendiendo bastante cantidad de agua incluso después de pasar por el gratinado en el horno.
Hoy os traigo una variante en la que aparece un ingrediente no presente en la receta orginal: carne en formato albóndiga y en la que la salsa de tomate, la berenjena y el queso están presentes, pero desde otro formato. En casa nos ha requete chiflado. ¿Que qué quiere eso decir? Pues casi que os dejo con la receta para que os animéis a hacerla y luego vengáis por aquí a decirme lo que significa eso de "requete chiflado", ¿os parece?
La explicación de cómo hacer unas albóndigas a la parmesana es bien fácil:
Ingredientes (Para 4 personas)
- 1 berenjena mediana
- 1/2 kg de carne picada de ternera
- 1 huevo tamaño "L"
- 2 dientes de ajo medianos
- 1 cda de albahaca fresca picada
- Un chorrito de leche
- 1 bola grande de mozzarella fresca (125 gr.)
- Un bote de tomate frito (400 gr)
- Harina de trigo para enharinar las albóndigas
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Elaboración
- Lavamos la berenjena y la picamos en dados pequeños de aproximadamente un centímetro de tamaño. Los ponemos en un escurridor con sal para que llore.
- Machacamos los dientes de ajo con la albahaca y añadimos un chorrito de leche. En un recipiente batimos el huevo e incorporamos el majado y la carne picada. Salpimentamos y mezclamos bien. Tapamos con film transparente y reservamos en la nevera durante aproximadamente media hora. Al cabo de este tiempo la carne ha de haber cogido cuerpo. Si no fuera así, añadimos una o dos cucharadas de pan rallado, pero sin pasarnos para que la carne no quede demasiado seca.
- Mientras tanto, ponemos a escurrir la bola de mozzarella en un colador pequeño para que escurra el suero en el que viene conservada. La picamos en daditos pequeñitos, como de medio centímetro de tamaño. Con ellos rellenaremos las albóndigas.
- Con la carne que habíamos reservado en la nevera formamos bolas del tamaño de una nuez y ponemos en su interior unos daditos de mozzarella. Nos ha de sobrar queso. Sellamos bien, para asegurarnos de que no se salga el queso, pasamos las albóndigas por harina y las freímos. Según las vamos friendo, las sacamos a una fuente con papel de cocina para que este absorba el exceso de grasa.
- Secamos la berenjena con papel de cocina y la salteamos a fuego fuerte en una sartén con un pelín de aceite. Removemos con frecuencia. Cuando esté doradita, añadimos el tomate frito y un par de cucharadas de agua. Mezclamos.
- Precalentamos el horno a 200ºC en modo de gratinado. Ponemos una base de la salsa de tomate en una fuente para horno. Colocamos las albóndigas encima y vertemos el resto de la salsa de tomate, asegurándonos de que las cubre bien. Repartimos por encima la mozzarella que nos ha sobrado y gratinamos las albóndigas hasta que la superficie esté ligeramente dorada.
Pues me parece una presentación más completa (si cabe) y seguro que riquísima. Además lo considero un plato ideal para traer al trabajo. Me ha encantado!
ResponderEliminarQue tentadoras, Yolanda. Tienen que estar riquísimas, estas para un día para mi sola (por el queso), no sé qué tal aguantará el congelador si guardo raciones para otro día.
ResponderEliminarBesos.
Marhya (enmilbatallas.com)
Uaaaaala!!! Pintaza de albóndigas que como "niña chica" que soy es la forma en que más me gusta comer carne. Me las apunto!!!
ResponderEliminarbesos
Me encanta!! Yo hice unas berenjenas a la parmesana en el blog con carne, porque mis comensales me lo exigieron, jajajaja! Te ha quedado genial, me gusta mucho. Voy a probar tu versión.
ResponderEliminarUn beso
Queda un plato vistoso y sabroso. Si es que con imaginación todo mejora. Besicos guapa
ResponderEliminarMadre mía, ¿pero tú sabes lo débil que soy ante la visión de un caldero de queso fundente? ¡esos chorretones deliciosos! :-D
ResponderEliminarMe encanta la idea, Yolanda. En salsita ya están buenas, pero si le añades berenjenas y queso, lo mejoramos por cuatro.
Gracias por la idea!
Besos
Uhhmmmmm a la parmesana... Ya me ha conquistado este plato.
ResponderEliminarQué rico!!
Besos