Irish brown bread - Good morning, Ireland {Pan moreno irlandés}
Irish brown bread { Pan integral irlandés }
Morning!
Esta es la manera más informal de desear los buenos días en habla inglesa. Durante trece días, fue así como dimos los buenos días a Irlanda en las pasadas vacaciones de verano. Un poco lejanas ya, la verdad. :(
Irlanda es un país en el que se quedó un trocito de mi corazón tras pasar seis meses como estudiante universitaria. Es muy fácil encariñarte con un país de gentes amables, amigables, serviciales; de cara simpática, tez clara, mofletes sonrosados. Un país de extensas praderas, de un color verde intenso y abundante por el que hace que sea conocida con el sobrenombre de "La Isla Esmeralda". De acantilados de vértigo, que contrastan con las llanuras de sus valles y prados. Un país al que tenía que volver. Y volví. Pero esta ocasión con la familia, haciendo un recorrido por todo lo ancho y largo de la isla, lo cual nos ha dado la ocasión de conocerla, y en mi caso, de redescubrirla, pues no es lo mismo viajar como estudiante con las apreturas económicas que supone, dependiendo de la ayuda que te facilitan tus padres, a hacerlo dependiendo de tu bolsillo.
Gastronómicamente hablando, Irlanda ha sabido conservar sus raíces. Formó parte del Reino Unido hasta que logró su independencia en 1921. Eso podría haber hecho que recibiera una mayor influencia de la cocina británica. Pero el Mar de Irlanda actuó seguramente como barrera e Irlanda se tuvo que bastar y sobrar con lo que le daba su propia tierra, una tierra que aunque es rica en pastos y una gran parte de su economía depende del ganado, no tiene huerta y tiene que importar de otros países lo que ella no puede producir.
Recuerdo cuando durante mi estancia en este país, me llamó la atención que todo lo que se comía se acompañaba con patata, de una u otra manera, pero patata. Mi curiosidad hizo que le preguntara a la dueña de la casa en la que vivía, y me explicó que siglos atrás, era el sustento de las familias en Irlanda y que quitó el hambre a su gente. Pero de la misma manera que la quitó, se la dio con la Gran Hambruna, y la destrucción de su cultivo a mediados del siglo XIX, provocando la muerte de un millón de personas y empujando a otro millón a emigrar a Estados Unidos. Este es el motivo por el cual existe un gran hermanamiento entre ambos países. Y curiosamente pude comprobar la inmensa cantidad de norteamericanos que se encontraban de turismo en Irlanda.
En los menús de los restaurantes irlandeses nunca faltaba la sopa, fuera cual fuera, el Seafood Chowder, una delicia que elaboré tiempo atrás y que podéis encontrar en mi blog. No faltaba el Irish Stew, estofado irlandés con carne de cordero y patata, o el Guinness Beef Stew, estofado de ternera con verduras cubierto, dependiendo del local, de hojaldre o puré de patata, y del cual también tengo mi propia versión, una delicia, por cierto. Una elaboración super sencilla, que nos encantó y que verá la luz en este blog es Bangers and mash, que no es más que unas salchichas, puré de patata y jugo de cebolla; o el Colcannon, repollo y puré de patata, ojito también con esta receta. Como ocurre con las tortitas de patata conocidas como Boxty.
Y podría seguir, y seguir, pero de todo lo que se puede comer en Irlanda como lo más típico, con lo que hay que empezar el día es con el típico desayuno irlandés ... si es que puedes, porque yo, no.
El desayuno típico irlandés es del estilo al británico, y está compuesto por salchichas de cerdo, huevos - fritos, en tortilla, revueltos, escalfados -, judías blancas con tomate frito, morcilla negra y blanca, bacon, tomate, champiñones a la plancha y tortita de patata. Y todo ello acompañado de té o café, y pan blanco o moreno. Y este era para mi desayuno diario, porque oigan ustedes, me era imposible hacerme con un plato tan contundente desde temprana hora de la mañana.
El pan moreno estaba presente en todas las comidas, pero no se comía solo, sino con mantequilla, la omnipresente mantequilla, la grasa que para ellos es más asequible y que producen sus propias vacas. Mi pan favorito: el McCambrige, un pan moreno, de miga prieta, húmedo ... una delicia que hizo que mis desayunos fueran perfectos a lo largo de mi estancia, y que ahora, desde España, también puedo disfrutar.
Hoy, en el día del patrón de Irlanda, San Patricio, os invito a desayunar un pan muy completo, sencillo y que no falta en mesa irlandesa alguna: el Irish brown bread, pan moreno irlandés.
Enjoy!
Ingredientes (Para una hogaza de unos 450 gramos)
- 50 gr de harina de trigo de todo uso
- 175 gr de harina integral de trigo
- 2 cdas de germen de trigo en copos
- 15 gr de salvado de trigo en copos
- 1/3 cdta de sal común
- 1/3 cdta de bicarbonato
- 1 cdta de azúcar
- 280 ml de leche + un poco para barnizar el pan
- 1 y 1/2 cdas de zumo de limón
- 15 gr de mantequilla sin sal
Elaboración
- En una taza ponemos la leche y el zumo de limón, removemos y dejamos en reposo diez minutos. Con esta mezcla formaremos el buttermilk.
- Engrasamos y enharinamos con harina integral un molde alargado. Reservamos.
- Precalentamos el horno a 220ºC.
- En un recipiente amplio mezclamos todos los ingredientes secos: las harinas, el germen de trigo, el salvado de trigo, la sal, el bicarbonato y el azúcar.
- Añadimos la mantequilla y la mezclamos; mejor con las yemas de los dedos.
- Hacemos un hueco en el medio y ponemos el buttermilk, que iremos mezclando poco a poco con los ingredientes secos. El resultado será una masa un poco pegajosa, aunque manipulable, que es recomendable manejar con una rasqueta de panadero (si tienes) o una cuchara de madera.
- Vertemos la masa en el molde escogido. El mío, de 27 cm de largo, me parecía demasiado largo, así que extendí la masa en solo 3/4 partes de la longitud de mi molde y la forma se mantuvo perfectamente a lo largo de la cocción.
- Pincelamos la superficie del pan con leche; también podéis utilizar huevo batido.
- Cocemos el pan en una altura por debajo de la mitad durante 25-30 minutos. Para saber si está realmente cocido, lo podemos sacar del molde y darle un golpe con los nudillos en la base. Si suena a hueco, ya está en su punto.
- Sacamos del molde y dejamos enfriar.
Notas y consejos
- Para una conservación óptima, es aconsejable guardar el pan en una bolsa de plástico con autocierre, haciendo una suave presión para extraer de su interior el máximo aire posible.
- Es también recomendable mantenerlo en un lugar fresco, y en época de calor, dentro de la nevera.
Visto aquí.
Pues que buena pinta y además sin amasar! esa foto con la mantequilla es irresistible!
ResponderEliminarCómo se nota que te encanta Irlanda! tengo que ir!
Besotes y buena Semana Santa
Me gusta este pan, te ha quedado muy bien. Una pregunta... no necesita ningún reposo??? Si es así es perfecto. Bss.
ResponderEliminar¡Hola Conchi!
EliminarCreo que voy a darte una alegría con mi respuesta, y es que este pan no necesita reposo alguno. ¿A que te convence aún más? Si te animas a hacerlo, espero que me cuentes tus impresiones.
Un saludo y ... happy Saint Patrick's Day!
Feliz Sant Patrick´s day. Me encanta saber todos los recuerdos que te trae la que ahora es mi casa!
ResponderEliminarUn abrazo enorme, me has sacado una gran sonrisa con este post.
Ummmm..Pero qué color más bonito tiene este pan!! Es un color muy llamativo y muy apetecible...Parece que se puede oler y saborear virtualmente ^^
ResponderEliminarUn besote guapa =)
Precioso. Y sí, en algunas culturas desayunar fuerte es lo habitual. Cuando viajé a oriente medio, desayuné durante días cosas como falafel, babbaganoush, hummus o ensaladas de hortalizas, con infinitos panes lavash... como iba a un campo de trabajo, no me suponía gran problema porque sabía que el día iba a ser duro, pero debo reconocer que zamparme algo así para después sentarme todo el día o hacer vida sedentaria... no puedo!
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