Tomates cherry al horno
¿Quién me iba a decir a mi que me iba a aficionar a los tomates cherry al horno? También es verdad que no a todo tipo de tomate; no me miréis como que un bicho raro fuera, pero no son lo mío. O mejor tendría que decir que no eran lo mío hasta que hice esta otra receta de tomates confitados. Pero un día, me dio por hacerlos un poquito diferentes, y mi acierto fue mayor si cabe.
Hasta la fecha se han convertido en los protagonistas de varias recetas que irán viendo la luz poco a poco, y como serán un punto de referencia, he querido darles el protagonismo que deben en una entrada única y exclusiva para ellos, porque lo valen y porque lo merecen. Parece mentira que con cuatro ingredientes que podemos tener en casa se pueda conseguir algo tan rico y que da tanto juego. Ya veréis ;)
Os invito a que los cocinéis. Os puedo asegurar que en casa se comen como si fueran gominolas, pero con la ventaja de ser muchísimo más saludables, por supuesto. Y ver comer a los tuyos algo tan sano te hace ver que estás haciendo las cosas muy bien y desde el lado más sano y saludable, lo cual es gratamente reconfortante.
Y atentos, porque en breve aparecerán como protagonistas de otras recetas.
¿Queréis saber cómo hacer unos deliciosos tomates cherry al horno?
Ingredientes
- Medio kilo de tomates cherry
- Orégano
- Sal de ajo
- Sal
- Aceite
Elaboración
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Lavamos y secamos los tomates. Los cortamos por la mitad desde la parte del nacimiento del tallo.
- Espolvoreamos con el orégano, la sal, la sal de ajo y los regamos con un chorretón de aceite. Mezclamos bien para que los tomates se impregnen bien de todos los ingredientes y los horneamos durante 30 minutos aproximadamente, o hasta que veamos que realmente están tiernos, porque depende del tipo de tomate cherry.
No hay mejor manera de comer cherrys :o) En casa cada vez que puede escoger el menú la peque los pide y cuando más le gustan es cuando lo dejo enfriar en el horno 2 o 3 horas más para que terminen de confitarse lentamente...
ResponderEliminarSólo tienen un fallo: nunca sobran!
Besos,
Palmira
No puede ser más fácil y con un resultado tan sumamente perfecto, gracias guapa y feliz jueves.
ResponderEliminarY es que son como gominolas, has te recien arrancados de sus ramitas. Horneados asi sirven para mil recetas. Besotes
ResponderEliminarEstas ideas tan sencillas y saludables me encantan. Enhorabuena y muy buena foto. Chao
ResponderEliminarwww.pazygloriaenlacocina.blogspot.com
Que buenos y que fáciles son de preparar, además, si los guardamos como conserva los podemos utilizar en cualquier momento, muy útil. Besos!
ResponderEliminarAna
Tan sencillo y tan bueno. Besos
ResponderEliminarQue buenos! A mi me encantan tambien!! Asi como los as hexo tienen que estar de vicio. Ya estoy deseando ver esas recetas que as hexo con estos tomatitos. A mi me gusta ponerselos a las pizzas!!
ResponderEliminarMe encantan los tomates horneados, quedan taaaaan ricos, como dices son como gominolas ;-)
ResponderEliminarBesitos
La próxima vez que haga pan, y encienda el horno, meto una bandejita de tomates. Siempre aprovecho esos días para hacerme la cena al horno, ya que gastamos luz, lo hacemos con provecho!
ResponderEliminarQue idea más buena!! Me la apunto y la hago en breve!!
ResponderEliminarDesde luego, es una receta para aficionarse. A mí me encantan así los tomates y también confitados. Te han quedado genial! Qué color!
ResponderEliminarUn beso