Ajoblanco
Ajoblanco
Verano, veranito ... ¡qué bien! Sé que aún quedan unos días, unos poquitos, para estrenar el verano, aunque una vez que pasa el 40 de mayo, nos quitamos el sayo - tal cual dice el dicho - y el verano se siente.
Llegar a casa después de una mañana en la que se intenta mantener atados - en el mejor sentido de la palabra - a los alumnos, en la que el calor se hace notar, en la que se huele más que nunca a fin de curso, a despedirnos de los libros - afortunados, pero merecidos, quienes puedan -, a madrugar, a tardes de deberes y estudio, en conclusión, huele a ... ¡vacaciones!, hace que una llegue desfallecida a casa, y que lo que menos apetezca sea encender el fuego aunque sea simplemente para planchar un filete. Es precisamente en circunstancias como estas cuando una agradece - aunque siempre lo hace - llegar a casa y saber que al abrir la nevera va a tener un entrante fresquito y muy agradecido, y además con un aporte energético saludable que es una inyección de energía para continuar con lo que queda de día.
El ajoblanco, una sopita de origen andaluz, a base de almendras, miga de pan, agua, ajo, vinagre y aceite, es justo esa "medicina" que le ayuda a una a sobreponerse del calor y de un día de trajín y cansancio.
Me encanta especialmente con unas uvas como acompañamiento. El contraste salado-picantillo-dulce es de los que más gustan en casa, y esta receta hace lo propio para tener contentos a mis comensales.
La elaboración del ajoblanco es tan sencilla que si tienes un robot, tan solo tienes que hacer aquello de aquel anuncio de una picadora que emitían en televisión años atrás. ¡Un, dos, tres ... y listo!
- 200 gr de almendras crudas peladas
- 2 dientes de ajo
- Sal
- 100 gr de miga de pan blanco
- 70 gr de aceite de oliva
- 30 gr de vinagre
- 1 litro de agua
- Cerezas o uvas para adornar (opcional)
- Unas hojas de albahaca fresca para adornar (opcional)
Para elaborar esta receta he utilizado la thermomix 31, pero podéis utilizar, obviamente, cualquier robot de cocina siguiendo los mismos pasos que os indico, aunque ignorando la velocidad.
- En el vaso ponemos las almendras, los ajos y la sal. Trituramos durante 30 segundos, en velocidad 5. Añadimos la miga de pan y trituramos 15 segundos, velocidad 5. Hemos de conseguir una consistencia de pasta. De no ser así, añadimos más tiempo.
- Con el vaso cerrado, y en velocidad 5, añadimos el aceite poco a poco por el vocal para que emulsione con la pasta triturada, y así quede una sopa más cremosa. Lo mantenemos emulsionando 2 minutos.
- A continuación añadimos el vinagre y el agua y trituramos durante 1 minuto en velocidad progresiva 5-10.
- Rectificamos de sal si fuera necesario, y reservamos en la nevera para que se enfríe y servimos bien fresquita junto con unas uvas o unas cerezas para adornar, y unas hojitas de albahaca fresca.
Si es que es normal que tengan ganas de vacaciones.... y quien no las tiene!!!. Probé por primera vez el ajoblanco el año pasado y me encantó. Desde entonces lo he preparado varias veces, pero nunca lo he comido con uvas. Me lo apunto!! Besos
ResponderEliminarQue presentación más maravillosa, es un plato de lo más rico que la primera vez que probé debo decir que no me gustó especialmente, pero poco a poco le he ido cogiendo el gusto, que riquísima debe salir tu receta.
ResponderEliminarUn besazo guapa :)
Pero que rico Yolanda!! Que bien te ha quedado!!
ResponderEliminarYo lo hago igual que tú, pero en casa nos gusta acompañarlo con manzana Golden cortada en daditos, pruebalo verás.
Y si, ya esperando las vacaciones, que apetecen muuucho.
Un besazo reina.