Empanadillas de brandada de bacalao
En casa va a haber quien piense en ponerme un mote por mi adoración hacia el bacalao. No sé si será por eso por lo que hay (y estoy pensando en la menor de edad que vive en casa) quien siente cierta aversión hacia un pescado, que para mi, es adorado. Prefiero pensar que no es así, y que es más bien el que no ha sabido cogerle el puntillo y que por ese motivo no le gusta tanto como a mi. Y claro, aquí está su madre para explotarlo al máximo y cocinarlo de tantas maneras posibles para dar en el clavo con la que puede ser la receta definitiva por la que se le pondrán corazoncitos en los ojos cuando vea una buena tajada de bacalao en el plato.
Mira que la niña chica no es, y en alguna ocasión la he engañado diciéndole que lo que ha cenado ha sido merluza, para luego confesarle que realmente se trataba de un "bacalao amerluzado", invención de una para llevármela al huerto, e imaginad su cara de espanto al oír tal confesión; o como en el caso de estas empanadillas rellenas de bandada de bacalao, decirle que iban rellenas de atún, que tampoco es que lo adore, vaya.
Esta historia es una más de tantas con las que vosotras, como madres, os habréis topado cuando en el plato frente a vuestros hijos hay algún ingrediente que no les gusta e intentáis engañarlos camelarlos diciéndoles que es uno de su gusto. ¿Hasta que punto saben reconocer los sabores reales de los alimentos cuando van mezclados con otros? A las pruebas me remito para responder diciendo que no siempre.
Como conclusión os diré que se comió las empanadillas que le puse en el plato, y que cuando escuchó mi confesión, solo soltó un "ya me parecía a mi raro este atún". ¿Me lo he de creer?
Las empanadillas, sea cual sea el relleno que lleven, son una de esas comidas que una agradece tomar con los dedos y que en inglés se ha popularizado como finger food. Ideales como entrante, como picoteo, como plato fuerte para una cena acompañada de una ensalada verde, ¿y por qué no?, para una salida campestre. ¿A que apetecen?
De esta receta podéis preparar el relleno el día anterior, y preparar las empanadillas poco antes de llevarlas a la mesa. Podéis freírlas, pero en casa nos resultan indigestas, aparte de más calóricas, y preferimos que pasen por el horno en vez de por la sartén.
Ingredientes (Para 12 empanadillas)
- 360 gr de migas de bacalao
- 4 dientes de ajo
- 60 gr de aceite de oliva
- 225 ml de leche
- Una cucharada de perejil
- Sal (si fuera necesario)
- 12 obleas de empanadilla grandes
- Una yema de huevo
- Ajonjolí, semillas de nigella, de amapola ... (para decorar)
- Salsa alioli
- Salsa de tomate
Elaboración
- La noche anterior lavamos las migas de bacalao bajo el chorro de agua del grifo y las mantenemos en un recipiente cubiertas de agua. Al día siguiente, cambiamos el agua, y lo escurrimos poco antes de comenzar a trabajar con la receta, aclarándolo al mismo tiempo.
- Vertemos agua y las migas de bacalao en un cazo, la suficiente para que lo cubra, y lo llevamos a ebullición. Justo en el momento que rompa a borbotear, apagamos el fuego y mantenemos el bacalao sumergido durante cinco minutos. Transcurrido este tiempo, lo colamos y lo reservamos.
- En un cazo ponemos cuatro cucharadas de aceite a calentar y doramos a fuego suave en ella los dientes de ajo pelados y enteros. Es conveniente mover los ajos con frecuencia y no quitarle el ojo para que solo se doren y no se quemen, pues desprendería un sabor amargo que nos arruinaría la elaboración.
- Retiramos los dientes de ajo, incorporamos el bacalao al aceite, removemos, y añadimos el resto del aceite, y hacemos los mismo con la leche, que añadiremos poco a poco para evitar que se corte. Removemos con cierta frecuencia y mantenemos cociendo hasta que comience a adquirir la textura de una crema, unos quince minutos más tarde. Añadimos el perejil picado en el último momento, incorporamos bien y lo reservamos para que se enfríe.
- Precalentamos el horno a 200ºC, con calor superior e inferior. Preparamos una bandeja de horno y la protegemos con papel de horno.
- Rellenamos las obleas de empanadillas con una cucharadita de la brandada. Pincelamos los bordes de la oblea con agua, cerramos la empanadilla por el medio, y hacemos presión en los bordes con la punta de un tenedor. Colocamos las empanadillas en la bandeja de horno.
- Batimos la yema, añadimos unas gotitas de agua para aligerarla, pincelamos las empanadillas con ella, y las decoramos con unas semillas de nigella, con ajonjolí o con semillas de sésamo o de amapola.
- Introducimos la bandeja en el horno a media altura unos 10 minutos o hasta que la superficie se haya dorado ligeramente.
- Servimos con salsa alioli o de tomate como acompañamiento, y una ensalada verde.
Me encanta este relleno, tengo que probarlo. Yo también soy bacalao adicta. Besitos
ResponderEliminarFicaram lindas e com bacalhau impossivel resistir
ResponderEliminarBoa semana
bjs
Qué cosa más rica! Tu hija no te lo quiere decir pero estoy segura que le han encantado :))
ResponderEliminarBesos
Hola señu!!!! Menuda idea más requetebuena poner brandada en la empanadillas, la idea me parece rica y diferente.
ResponderEliminarFeliz semana guapa. Bss
Niñooooos, ains !! No soy muy amante de la brandada pero de todo hay que comer, no !! Besos.
ResponderEliminarMadre mía Yolanda, estoy deseando hacerlas,!!lo que me gusta un buen bacalao!! Me hace gracia (porque yo no lo sufro) que las madres tengáis que enmascarar todos los alimentos que no quieren comer los hijos; la estampa tiene que ser de risa, verles comerse con ganas el alimento enmascarado sabiendo que no les gusta, y en realidad, sí les gusta...vaya manías. Supongo que todos hemos pasado por eso, así que se entiende. Gracias por la idea, me parece magnífica. Besos bombón
ResponderEliminarYo también soy muy de bacalao, desde siempre. Y la verdad es que a mis hijas también les gusta. Me encantan tus empanadillas, porque de por sí esta masa me gusta, y la brandada me chifla. Te han quedado muy bonitas!
ResponderEliminarUn beso
Muy buena idea este interior que le has puesto en las empanadillas. Fan del bacalao¡¡
ResponderEliminarBuena semana
Bss
A mi también me encanta la brandada y preparada así se ve delicosa. Unas fotos muy chulas. Bss
ResponderEliminarA la edad que más o menos debe tener tu hija comí bacalao en casa de mi mejor amiga, que me juró que era el mejor manjar del mundo, y en serio, casi tengo que salir corriendo para no montar un espectáculo... eso sí, te digo que no me pude llevar un segundo bocado a la boca no fuese que al final sí montase es espectáculo.
ResponderEliminarCon el tiempo el bacalao lo tolero... lo como según como esté cocinado... pero no es mi pescado favorito en absoluto.
Eso sí, en brandada para rellenar unos pimientos del piquillo no le hago ningún asco... en croquetas lo adoro... y supongo que en estas empanadillas también debe de estar genial. Por eso, cuando se me quite la pereza de tener que hacer la masa de las empanadillas (en Holanda no hay) me pondré con estas empanadillas que tienen una pinta impresionante.
besos
Bueno bueeenooooo! Me has dado en medio, has hecho las dos cosas que más me gustan. Has unido brandada y empanadillas..diossss, se me hace la boca aguaaa!!
ResponderEliminarUn besico..
Cruza los dedos para que tu hija no lea esta entrada donde confiesas tus truquillos para "venderle" el pescado jejeje. Unas empanadillas de lo más ricas y originales, yo me las comería con los ojos cerrados y seguro que repetiría sin pensar. Yo también las horneo, resultan igualmente crujientes y más light, cosa que interesa muchísimo para el body, tú ya me entiendes jejeje. Besos guapa!
ResponderEliminarAna
Pero menuda idea!!! Me encanta la brandada de bacalao! Pero nunca había pensado en ponerla en empanadillas!
ResponderEliminarQué rico tiene que estar!
Tomo nota de tu idea!
un besote!