LENTEJAS ESTOFADAS CON RABO DE TERNERA
Á
quello de "lentejas: si quieres las comes y si no, las dejas", fue algo que en mi infancia no funcionó en casa, y si las quería, me las comía, y si no, también. Las legumbres no eran mi devoción, y tenían un pase los garbanzos, pero las lentejas, no. Mi madre determinó hacerlas puré, y ésa era la única forma en que me las comía. Con otras comidas ella era un "poco" más transigente, y por ejemplo, del arroz con conejo, me quitaba el conejo y me hacía un filete de pollo. Bueno, ésto comenzó a ocurrir a partir de pillarla en su engaño diciéndome que el conejo era pollo. Y sin embargo, hoy en día me gusta prácticamente todo, aunque el conejo me lo sigo comiendo con reparo. Y todo por una tontería: mi abuela materna tenía conejos, y siempre que volvíamos a Madrid, mataba unos cuantos para traerlos, y la imagen de los conejos, colgados de una cuerda, con un hilo de sangre chorreando, me daba un repelús de miedo. Hoy en día, éso está superado, y si hay que comer conejo, pues bueno ... lo como, pero no es santo de mi devoción.
Con las lentejas me pasó algo curioso. El pasar hambre me hizo cambiar de actitud hacia ellas. En mis tiempos estudiantiles viviendo en Irlanda, en la casa en la que vivía la comida estaba desamparada; para la dueña de la casa, la cocina no era su devoción, y comer bien, no comí ni un solo día de los cuatro meses que pasé allí. Éso me hizo poner unos cuantos kilos de más, pero me hizo echar de menos hasta las lentejas que hacía mi madre, y lo primero que quise comer cuando volviera a España eran lentejas. Mi madre, naturalmente, no me creyó y no me las hizo. Pero, ¿podéis creer que a partir de entonces comenzaron a gustarme? Con todas estas historias no voy más que a justificar el sin sentido en el que nos apoyamos muchas veces a la hora de decir que algo no nos gusta; muchas veces no hay un motivo de peso.
De siempre hemos oído que las lentejas son muy ricas en hierro. Éste es un falso mito ... en parte. Es cierto que las legumbres en general son ricas en calcio, pero hay otros alimentos que lo son aún más: las carnes rojas, el hígado, los frutos secos, los cereales, el marisco. Lo que ocurre con el hierro de las lentejas es que al ser de origen vegetal, no es absorbido en su totalidad por nuestro organismo si no tiene un apoyo de otra proteína (carne, patata, arroz), o de vitamina C, y hay que evitar la ingesta de alimentos ricos en calcio para potenciar la absorción del hierro. Aquí podréis saber un poco más sobre alimentos ricos en hierro.
Y la receta que os traigo hoy es un claro ejemplo de cómo comer lentejas: una base de legumbres y verduras con una porción de rabo de ternera como guarnición. Esta receta se la debo a Ana, una magnífica bloguera a quien seguramente much@s de vosotr@s conoceréis, y si no, ya estáis tardando en visitarla. Y es que la cocina de Ana siempre huele bien, seguro que sí, y siempre ha de tenerla bien limpita por el cuidado y el detalle con que nos muestra sus platos. Y si no os lo creéis, podéis entrar en su cocina como entró la televisión esta semana pasada. Ana celebra sus tres años en este mundo blogueril, y comparte con nosotr@s sus experiencias en este mundo tecnológico y que seguramente much@s de vosotr@s también compartís con ella. ¡Espero que sigas en este mundillo durante mucho tiempo más, Ana!
Y bueno, vamos a la receta ...
De siempre hemos oído que las lentejas son muy ricas en hierro. Éste es un falso mito ... en parte. Es cierto que las legumbres en general son ricas en calcio, pero hay otros alimentos que lo son aún más: las carnes rojas, el hígado, los frutos secos, los cereales, el marisco. Lo que ocurre con el hierro de las lentejas es que al ser de origen vegetal, no es absorbido en su totalidad por nuestro organismo si no tiene un apoyo de otra proteína (carne, patata, arroz), o de vitamina C, y hay que evitar la ingesta de alimentos ricos en calcio para potenciar la absorción del hierro. Aquí podréis saber un poco más sobre alimentos ricos en hierro.
Y la receta que os traigo hoy es un claro ejemplo de cómo comer lentejas: una base de legumbres y verduras con una porción de rabo de ternera como guarnición. Esta receta se la debo a Ana, una magnífica bloguera a quien seguramente much@s de vosotr@s conoceréis, y si no, ya estáis tardando en visitarla. Y es que la cocina de Ana siempre huele bien, seguro que sí, y siempre ha de tenerla bien limpita por el cuidado y el detalle con que nos muestra sus platos. Y si no os lo creéis, podéis entrar en su cocina como entró la televisión esta semana pasada. Ana celebra sus tres años en este mundo blogueril, y comparte con nosotr@s sus experiencias en este mundo tecnológico y que seguramente much@s de vosotr@s también compartís con ella. ¡Espero que sigas en este mundillo durante mucho tiempo más, Ana!
Y bueno, vamos a la receta ...
Ingredientes (Para 3 personas)
- 3 trozos de rabo de ternera (o de toro)
- 150 gr. de lentejas
- 1 zanahoria
- medio puerro
- medio vaso de vino tinto
- 2 dientes de ajo
- chorizo - cantidad a elegir según gustos
- 1 patata grande
- 1 cdta. de pimiento choricero o ñora
- 1 hoja de laurel
- 1 chorrito de vinagre (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Agua
Elaboración
- Poned a remojo las lentejas según tengáis costumbre. Yo uso lenteja pardina, así que no la pongo en remojo; simplemente la lavo antes de ponerla a cocer.
- Salamos los trozos de rabo. En una olla a presión, ponemos a calentar unas cucharadas de aceite, sellamos los trozos de rabo a fuego fuerte por todos los lados. Retiramos y reservamos.
- En el mismo aceite (añadimos un poco más si fuera necesario), pochamos la zanahoria y el puerro que habremos pelado y troceado previamente. Salamos y removemos con frecuencia. Transcurridos unos 4 minutos, vertemos el vino, dejamos evaporar el alcohol durante unos segundos, incorporamos los trozos de rabo, la hoja de laurel y echamos agua hasta cubrir la carne. Salamos. Tapamos la olla, ponemos la válvula y los dejamos cocer durante una hora a partir del momento que la válvula comience a silbar.
- Dejamos enfriar la olla, y una vez que haya soltado todo el vapor, la abrimos, sacamos los trozos de rabo y los dejamos en un plato aparte enfriándose. Colamos el caldo en la cazuela en la que coceremos las lentejas y echamos las verduras en un vaso de batidora para triturarlas y reservarlas posteriormente.
- Ponemos las lentejas, ya lavadas, en la cazuela con el caldo de haber cocido el rabo, ponemos el chorizo y la patata cortada en chasquidos para que el caldo salga espesito. Llevamos a ebullición y dejamos cocer a potencia baja unos 40 minutos.
- Transcurrido este tiempo, en una sartén pequeña doramos los dos dientes de ajo laminados, añadimos la cucharadita de carne de pimiento choricero (o ñora), removemos, y el chorrito de vinagre, si nos gusta. Vertemos este sofrito en la cazuela, removemos, añadimos las verduras que habíamos triturado y comprobamos el punto de sal para rectificar o no. Dejamos cocer por 20 minutos más.
- Mientras tanto, con los trozos de rabo ya estarán fríos, vamos desprendiendo la carne del hueso con las manos y la reservamos.
Montaje
Servimos las lentejas en los platos con los trozos de patata y de chorizo y lo acompañamos con la carne del rabo de ternera en el centro o en un ladito. ¡Y a disfrutar!
Nuestra experiencia
Comer un plato de lentejas, acompañadas de su patatas, su porción de chorizo, la carne desmenuzada y el sabroso caldito, enriquecido con las verduras fue todo un disfrute. Un plato que nos gustó muchísimo, que se convertirá en una de mis recetas de "fondo de la alacena", y que os recomiendo encarecidamente.
Servimos las lentejas en los platos con los trozos de patata y de chorizo y lo acompañamos con la carne del rabo de ternera en el centro o en un ladito. ¡Y a disfrutar!
Nuestra experiencia
Comer un plato de lentejas, acompañadas de su patatas, su porción de chorizo, la carne desmenuzada y el sabroso caldito, enriquecido con las verduras fue todo un disfrute. Un plato que nos gustó muchísimo, que se convertirá en una de mis recetas de "fondo de la alacena", y que os recomiendo encarecidamente.
A mi me encanta la legumbre, y estas lenetejas se ven maravillosas. Precisamente por el tema que comentas de la abosrción de hierro yo el día que las pongo o bien sirvo de entrante una ensalada de pimiento rojo y tomate o bien un buen vaso de zumo de naranja o un kiwi como postre. Y sin más complicaciones.
ResponderEliminarBesos.
A mí me encantan,creo que son las legumbres que más me apetecen siempre. En casa no comía los pimientos,hasta que me vine a Logroño, a una residencia, y eran la guarnición habitual de los segundos platos. Me acostumbré a su sabor y ahora me los como en un ñam.
ResponderEliminarBesitoos
Cómo cambiamos con los años, verdad?
ResponderEliminarEstas lentejas que has hecho tienen un color estupendo, me han encantado
Besinos
Muy buenas Yolanda,
ResponderEliminarTienes razón con el tema de las lentejas, hay mucho mito sobre ellas en cuanto a la cantidad de hierro.
Es verdad que es una legumbre que gusta poco a nada a los niños, en casa por ejemplo ni a Germán pequeño ni a Sarita les gustan, a Germán grande se las tengo que hacer puré...
A ti te pasa con el conejo lo mismo que me pasa a mi pero con la diferencia que yo soy bastante más intransigente que tú en cuanto a comerlo. Cosas que ni he comido ni comeré jamás... conejo, liebre, todos los animales de caza, carnes rojas, de niña si, ahora nunca... rabos, jajajajaja juer como suena nena... orejas, lenguas, sesos, riñones...nonononono esta nena ni de coña.
En casa tenemos un conejo que vive con nosotros, solo de pensar que eso se come...
Veo tu plato y la pinta es superior pero solo pensar lo que es...me imagino un torito y veo su rabito...me muero, ese es el problema, veo a los animalitos vivos.
Estoy pensando, hace ya meses, hacerme vegetariana, no extremista pero si dejar toda la carne, empiezo a leer...en fin, cuando me haga más mayor...igual! besotes grandes.
A mi también me ocurrió lo mismo, de pequeña no podía ver un plato de lentejas delante pero no me valia de nada decir que no, era las comes sí o sí .....asi que les tenía mucha manía......sin embargo cuando me casé , como a mi chico le gustaban se las hacia para él y de esa forma fui redescubriéndolas nuevamente y a dia de hoy me encantan .... no me supone ningún sacrifico comérmelas y si fueran tan bien acompañadas como tu las has preparado las hubiera disfrutado como el mejor manjar.
ResponderEliminarLa foto habla por sí sola ;-)
Besinos.
Yolanda....pero qué bonito...lo que dices de mí, tu entradilla contándonos tantas cosas interesantes de las lentejas, las fobias intantiles (anda que yo que tenía que sostener el conejo mientras mi madre lo pelaba, jejeje, así luego no había quien comiera...)
ResponderEliminarTe han quedado fantásticas, hay que ver cómo un plato tan normalito puede ser un plato de fiesta, y esas fotos...hija ultimamente tus fotos son preciosas, es que dan ganas de meter la cuchara para cazar el cachito de chorizo....ese me lo reservas eh!!! jejejej
Un besito y muchas gracias por tus palabras....
Es que Ana tiene unas recetas buenisimas, a ti te han quedado esas lentejas que dan ganas de meter la cuchara
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
Que buen plato de lentejas, tiene que ser una delicia.
ResponderEliminarSaludos
Muy ricas las lentejas. A mi tampoco me gustaban de pequeña, ahora me encantan y más estofaditas.
ResponderEliminarBesos.
No hay nada cómo pasarlo mal para darte cuenta de lo qué tenías, ¿verdad?.A mi antes tampoco me gustaban y ahora me como un platito de vez en cuando.
ResponderEliminarTus lentejas se ven estupendas.
Un beso y buena semana.
como te entiendo, en casa siempre protestábamos el día que tocaba guiso y si ya era del día anterior ufff, la guerra, y, sin embargo, cuando me fuí a estudiar la carrera me acordaba todos los días de aquellos platos de mi madre, no sabemos lo que tenemos, ahora me encantan. Una pinta deliciosa. Besos.
ResponderEliminarMi monstruo particular fueron siempre las habas. como las odiaba. incluso de mayor! y en mi casa se comían sí o sí, nada de tonterías.
ResponderEliminarDe mayor nunca las quise comer, y un buen día, me invitaron a comer a un restaurante y el cocinero en persona nos sacó unas habitas con foie y virutas de ibérico, porque es amigo de uno de los comensales. Cómo no iba a probarlas y poner buena cara... en ese compromiso! Era un plato que iba a poner en carta si veía que funcionaba... vaya que si funcionó!
Estaban increíbles, y superé mi única fobia culinaria de golpe y porrazo. Las lentejas desde luego me encantan, y tengo unas ganas tremendas de hacerlas, me voy a quedar con tu receta porque me gusta la idea del rabo de ternera... te voy a copiar totalmente para el próximo fin de semana.
Me ha hecho gracia eso que se dice en todas las casas "si las quieres las tomas y sino las dejas", es que yo creo que eso es mentira en todas las casas!! jaja!! es si o si!
ResponderEliminarMe ha encantado tu receta de lentejas, porque el rabo de toro o de vaca me gusta muchísimo pero la verdad es que nunca lo he probado guisado con las lentejas, me has dado una idea buenísima! gracias!
Besos y feliz semana!
si ve mi marido este plato se come la pantalla, con lo que le gustan todos los ingredientes!!!
ResponderEliminarBesos wapa, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
http://galletilandia.blogspot.com
Es cierto lo que dices muchas veces se dice esto me gusta y si preguntas no lo han probado.
ResponderEliminarTe han quedado unas lentejas de verddero lujazo.
Besitos,
Suny
He probado el rabo de toro pero el de ternera no. Me imagino que cada uno aportará un sabor diferente pero muy rico. Esta lentejas no podían estar mejor acompañadas que con esta carne.
ResponderEliminarBesos.
Que buenas las lentejas me encantan, nunca las he probado con rabo de ternera, pero deben de estar riquísimas, solo con mirar la foto te entran ganas rebañar el plato. Las fotos te han quedado de lujo!!
ResponderEliminarUn besooo
Pues al igual que tu, de niña veía el plato de lentejas y me daban ganas de llorar, las odiaba, en cambio ahora me encantan, en general a no ser un par de cosillas que no he querido ni en pintura desde niña me gusta todo.
ResponderEliminarEstas lentejas tienen que estar riquisimas, con su rabito de ternera y todos sus sacramentos, las mias tambien lo estan la verdad pero ultimamente solo las hago de dieta y con verduras por eso de perder algun kilos que se me ha metido en el body y no quiere irse jajajaja.
Un besazo preciosa y feliz semana
Hey,¡qué casualidad! Esta semana he preparado rabo de ternera guisado, habitualmente no lo hago, pero me he decidido y nos ha gustado, así que la próxima vez tomaré nota de tus lentejas con él.
ResponderEliminarUn besín :)
Yolanda.......... que ricasssssssss me encantan... un besin desde www.lasguisanderas.com
ResponderEliminarPues yo soy más de lentejas que de garbanzos y con pollo y verdura me las como siempre, aunque viendo esta otra opción, no sé si variar pues se ve rico. Lo del conejo, me pasó igual, pero sigo sin comerlo y mi madre cuando prepara arroz con conejo me engaña pero al meterle el primer bocao me doy cuenta por su sabor fuerte... No lo soporto! Soy mala para esas comidas, pero bueno... tal vez más adelante me lo coma... jejejeje
ResponderEliminarBesos
María josé
Hola Yolandaaaaa!!! como me suena esa historia de las lentejas! jajajjajaa!!!! te voy a contar un secreto! yo después de pasar esa temporada de joven (muy joven) jaja que no me gustaban......... pasaron a gustarme y a tener un vicio tremendo con ellas! pero....... no te imaginas con cuales......! las de LITORAL! jajajaa!! te lo juro!! estaba enganchadísimo! y hace un par de años me acordé de esta historia y me compré un bote para recordar y........... diossss! jajajajaa!!! que mal me supieron Yolanda! jajajaja!!! lo tiré entero y me preguntaba.......... pero como me podía gustar a mí estoo pordiossss! jajajaa!!!
ResponderEliminaren fins!! que te han quedado de lujo y con el rabillo ese nunca las he probado pero no tardaré! tiene que estar delicioso!!
Y muchas gracias por los comentarios que siempre me dejas Yolanda! siempre me animas un montón y me dejas con una sonrisa en la cara!!!!! haré caso de esos consejos que me has dado! probaré ese Mozilla a ver que tal....!
;-) que tengas una maravillosa semana Yolanda!!!!
;-)
Joeeeer Yolandaaaaaa, con lo que me gustan las lentejas y me pones esa foto en todo el morrazo... con esa pinta!!! Que yo soy de comer platos de cuchara de buena mañana ehh?? Lo he aprendido de mi padre jajajja y ahora mismo me comía uno! En serio y sólo son las 7:30, mala mala mala!!!
ResponderEliminarAl menos me llevo tu receta porque esto debe estar de muerte y lo tengo que hacer!!
Feliz luneeees :)
Anda! a mi me pasaba igual, te las tenias que comer si o si,pero supongo que en parte era porque en casa no sobraba de nada y lo que menos se podía hacer era desperdiciar la comida.
ResponderEliminarPero los gustos cambian y ahora sin embargo no suelo comer legumbres porque me sientan mal, pero a diferencia de antes si que me gustan.....que injusto!
Bsitos
Jeje, yo también pasé mucha hambre cuando estuve en Irlanda..Pero en mi caso perdí 7 kilos, aysss ke hambre pasé...En cuanto al hierro de las lentejas si ke es verdad ke hay ke acompañarlo con vitamina C para ke el cuerpo lo absorva, yo simpre pongo unas nareanjas de postre... Pero en general cuando tomas hierro incluso en pastillas recomiendan ke te lo tomes con un zumo de naranja para ke el cuerpo lo absorva mejor....Cuando tuve a Noah después de 17 horas de parto inducido porke eran unos ineptos...Al final la cosa acabó en cesárea y perdí mucha sangre, estuve 7 meses tomando hierro con zumo de naranja para desayunar... Ayssss ahora me cuesta tomarme el zumito, jeje y menuda charla ke te acabo de pegar...
ResponderEliminarbueno chica ke unas lentejas deliciosas, supercompletas y con una pinta tremenda!!!
Besos y ke pases un buen día!!
Me encanta la receta y me ha encantado el blog, me tienes de seguidora. Haces unas fotografías preciosas!!!
ResponderEliminarMe ha encantado tu post.
ResponderEliminarQue duro tener hambre y no poder comer no?
A mi siempre me han encantado las lentejas desde niña.
Tengo una amiga que hace dos años se fue a Irlanda a empezar una nueva vida ay allí esta de feliz hasta hoy.
Que bien que cuentes lo del mito de las lentejas, solas no debemos comerlas...
Tus fotos me han encantado.
Cuando haga un post con platos d lujo, voy a incluir el tuyo.
Es espectacular.
Besos preciosa.
Poco dinero habrá sacado los del bar La Peña, con tu presencia ;), bueno, que también sirven pollo jejeje.
ResponderEliminarYo también odiaba las lentejas, no hay que alarmarse, ahora mato por ellas (no sé que pensará de esto mi madre), es que ese color y olor debe de producir un involuntario rechazo infantil, rechazos que existen y que tienen una justificación natural. Ahora, hay de todo.
Estas lentejas Yolanda me parecen fantásticas, el rabo de toro debe de dar un sabor y untuosidad muy especial. Me ha encantado la presentación y estos ingredientes unidos por la cuchara
Un saludo.
Me recordaste a mi madre con lo de si quieres las come y si no las dejas!!! Ella me decía si no quieres un plato tomas dos!!! aisssxxx vaya guerra tenia conmigo y con las lentejas, me las metia por los ojos porque yo tena anemia, así terminé odiandolas!!! A día de hoy me encantan. Que raros somos verdad??? Un besazo (MArta)
ResponderEliminarEn mi casa de pequeña no se comía lentejas, sin embargo ahora las comemos semanalmente, eso sí viudas, pero nos encantan.
ResponderEliminarEsta receta es de las de solera, un plato reconstituyente y que gusta a casi todo el mundo, cuánta gente dice que su comida favorita son las letejas.
Un besito
Ay, Yolanda, ¡si compartimos trauma infantil, jajaja!.
ResponderEliminarCada vez que me planteo comer conejo, se me representa EXACTAMENTE la misma imagen que a ti: el conejo colgadito de su gancho, peladito, con la sangre... ¡aaargggg!.
De las lentejas qué te voy a decir, si me parecen una auténtica delicia... y con rabo de ternera, todavía más "contundentes".
Un besote.
Guauuu pués ami me encantan las legumbres y las lentejas, de las que más. recuerdo las que preparaba mi madre y las que preparaban en el cole, je je je, don de uno suele recordarlo por ser mala comida, pués tuve la suerte de comer bien allí.
ResponderEliminarMe llevo un platito niña que han de estar de muerte !!!!!
Un besazo wapa
A mi ma chiflao el plato, que quieres que te diga, y Sara, por favor, inténtalo mujer, que está riquísmooooooooo, jajaja.
ResponderEliminarUn besaco Yolanda
Mira... yo soy de lentejas regular... me las como porque hay que comer legumbres... pero hija mia con tus fotos me estan dando ganas hasta de decirle a mi madre que mañana me las prepare... jajaja has sacdo favorecido hasta un plato de lentejas! increible!
ResponderEliminarUn besazo
Hola! No hay verdad más verdadera... tantos y tantos que nos ha pasado exactamente lo mismo con las lentejas, ese odio-amor sin freno jajajajja.
ResponderEliminarAfortunadamente ya pasó, y podemos disfrutar todos de tus lentejitas, tan ricas. Gracias.
Si te apetece, aunque sé que no aceptas premios, tienes un regalito en mi blog. Espero que no te moleste.
Un besito.
Fíjate que debo ser rara, a mí me encantan las lentejas de pequeña(y ahora más!), pero las del comedor del cole ya ves. Mi madre decía que vaya rara que era que no me gustaran las de casa con todo lo que llevaban y las del cole, que le ponían sólo chorizo y un poco de arroz me chiflaran, hay qué ver!
ResponderEliminarEsta combinación que has hecho de dos platos que me encantan tiene que ser la reos...
nunca he comido rabo de ternera, con las lentejas seria una buena receta para comerlo
ResponderEliminarbesos
Valla pinta tienen esas lentejitas, bueno para ser sincero estaban de muerte, ricas, ricas, he dicho ricas ¿no?
ResponderEliminarAhora con esas fotos te dan ganas de comerse otro plato, que le vamos hacer me gustan las lentejas jajaja................
Un beso mandazurra.
Yolanda tienes un blog super interesante,me gusta muchisimo con tu permiso me quedo ,que te parece?un besito .
ResponderEliminarA mi me pasaba un poco como a ti de joven no queria ni lentejas ni potajes y ahora me encantan.
ResponderEliminarEstas lentejas te han quedado de escándalo pienso en el saborcito que tendrán.
Saludos
Hola Yolanda¡¡¡ tienes toda la razón, no me prodigo ultimamente mucho. Estoy hasta arriba terminando mis Patchwork pendientes (tengo muchos encargos de clientes para hacerles colchas y ahora, con las comuniones, bautizos y regalos para las bodas que llegan en primavera, no doy abasto).
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita a Pan y Varios, como siempre es un placer recibir tu opinión y, sobre todo, venir a tu sitio a ver las delicias que preparas y las precioooooosas fotos que pones. Tienes un estilo muy personal que me encanta :-)
Gracias también por la receta, siempre estoy dispuesta a apuntar una receta más de lentejas (me encantan).
Un abrazo gordo de tu amiga en Mallorca.
Concho que bueno, nunca lo comí asi... venia a decirte que recibi el libro de Nigela, has hecho alguna receta? yo aún no, a ver el finde... el libro está bonito eh?
ResponderEliminarMe han encantado tus lentejas, es curioso, ayer puse yo unas y la entradilla es practicamente la misma.
ResponderEliminarLo dicho me gustan tus lentejas!
Un beso
Què pleato màs exquisito! me ha encantado descubrir tu blog! es genial con tantas cosas ricas y buena musica!!! un abrazo
ResponderEliminaruyy disculpa!! la musica no estaba, se me habia aierto una ventana con musica pero de mi correo!!! de todas maneras con o sin musica es un blog fantàstico! un besote
ResponderEliminarMmmm que plato tan suculento te ha quedado!! me encanta!! :):)
ResponderEliminarUn besito
Marhya, ya se ve que esta lección que explico yo hoy te la tenías más que bien aprendida. ¡Genial! Un 10 para Marhya. Besos.
ResponderEliminarElen, lo que cuentas es una prueba más de cómo cambian nuestros gustos culinarios con el paso del tiempo, ¿verdad? Besos.
Isabel, como por arte de magia, en cuanto trituras las verduras y las añades a las lentejas, la salsa cambia su color, y queda así de bonito, ya ves. Besos.
Sara, ya veo que compartimos unas cuantas cosas en cuestión de gustos. En casa no comemos conejo, y éso que a mis otros dos comensales les gusta, jamás lo pediré para comer en un restaurante, jamás, pero si voy de invitada, por éso del qué dirán, hago de tripas corazón y me lo como. En casa de mi madre, sin problema, sabe que no me va, y no me lo pone. Y como tú también puedes elegir, elige "no" a la carne de conejo, je je. Besos
Bego, con lo que nos cuentas, tenemos una prueba más de lo tontitos que nos ponemos a veces con ciertas manías que al final terminan por desaparecer. Besos.
Ana, cuando la verdad sale de dentro, a veces cuesta soltarla, pero en escrito parece que cuesta bastante menos. ¡Vaya con el conejo colgando! Pues sí que lo llevábamos bien en nuestra infancia, eh. Y el chorizo queda reservado para ti, de tierras zamoranas. Muchas gracias por tus halagos hacia mis fotos. Besos.
lola, la próxima vez, pongo cuchara para que os sirváis. Es verdad, es que Ana, es mucha Ana en la cocina. Besos.
Jose Manuel, muchas gracias por tus palabras. Besos.
Nieves, ¡qué nombre tan bonito! Muchas gracias por asomar la cabeza por la puerta de mi blog y contarme algo. Besos.
Ángeles, es verdad, que la vida tiene que llevarte por la dificultad y tú verlo para apreciar lo que tienes al lado todos los días. ¡Qué desagradecidos somos! Besos.
Carmela, es verdad que por qué será que cuando somos críos no nos suelen ir los platos de cuchara. Y de mayores, como sabemos que nos resuelven una buena papeleta, como cambiamos de percepción. Besos.
Muchas gracias por estar ahí, y venir a degustar un platito de estas suculentas lentejas. Besos.
EnLaLuna, ya me contarás qué te han parecido estas lentejitas si te animas a hacerlas. Por cierto, que te prodigas poco en el ciberespacio, ja je. Besos.
ResponderEliminarSofritos y refritos, ya sabemos que los dichos son los dichos, que luego sean ciertos ... es otra cosa. Ya sabes donde estoy si te animas a hacer las lentejas ... Besos.
Paula, chica, no le hagas a tu marido pasar un mal rato y dale el gustazo, hombre, je je. Besos.
Suny, dichosas manías que tenemos, muchas veces difíciles de explicar. Besos.
Silvia, las lentejas podían haber ido acompañadas de rabo de toro, qué sé yo, pero el de ternera era el que había ese día en la carnicería. En cuanto al sabor, no sé decirte si hay diferencia, porque en lentejas no lo he experimentado. Es posible que sí que la haya. Besos.
Sonia, por lo que leo, tú experiencias negativas con las lentejas no tienes. Es más, estás encantada de ver un plato como éste, ¿no? Je je, besos
Rosa, es verdad que unas lentejas como éstas no son las más recomendables para una dieta, pero tú guarda la receta, que nunca se sabe, ... Besos.
Muchas gracias por venir a visitar mi blog, algo que sabéis que se aprecia enormemente. Besos
Hola Yolanda, gracias por pasar por mi cocina. Quería decirte que al Baklava le tengo el ojo echado...
ResponderEliminarLas lentejas están tremendas...
Besos guapa!!
Que curioso Yolanda, yo por otras razones muy diferentes y duras todo hay que decirlo pensaba en la delicia de comer unas calientes y ricas lentejas, cuando pasaron aquellos momentos duros y me las hice creo que no había mayor manjar.
ResponderEliminarEsta combinación con el rabo de toro debe ser sublime te lo digo de corazón con lo que me gusta esa carne, probaré a hacerlas así pero muy prontito mi niña, muy prontito
Madre mía Yolanda, que buenas están estas lentejas, son un lujo de plato, me encantan, me atrevería a decir que me da tanto placer comerme un buen plato de lentejas que un chocolate.
ResponderEliminarLas fotos preciosas.
Un beso.
Claudia
carmenpiva, aunque el rabo de todo requiere cocciones prolongadas, ese tiempo en la olla merece la pena, vaya que sí. Besos.
ResponderEliminarNoelia, muchas gracias por estar ahí. Besos.
Maria José, bienvenida a mi blog. ¡Vaya dos y sus historias con el conejo, ja ja! Nuestras madres nos querían engañar pero bien, eh, pero se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Ja ja. Besos.
Tito, a ver si te crees que eres tú el único aficionado a las legumbres de Litoral, ja ja. Nunca he probado las lentejas, pero la fabada sí, y de hecho, cuando me pilla el tiempo, tengo en la despensa una lata familiar para abrir y listo. ¡Pues bien ricas estaán! Ja ja Besos.
Anniki, buena forma energética de empezar el día, eh. Yo no podría, la verdad. Los anglosajones, aunque no todos, claro, tienen como plato de desayuno, unas alubias blancas pequeñinas con tomate; claro, que sus almuerzos son mucho más frugales. Así que tu padre y tú empezáis con buenas dosis de proteínas, eh. Besos.
Sacri, ésto es el mundo al revés, eh. ¡Vaya contratiempo! EStá claro que nada está a disposición de un@ cuando se desea, qué rabia. Besos.
Vanessa, ya veo que tú también lo pasaste bien mal en tu experiencia en Irlanda. Yo, como tenía hambre, me iba a los "newsagents", y jovencita que era yo, en qué iba a pensar, en comer guarrerías, y claro, así me fue. Yo también tomo hierro, y siempre con zumo de cítricos y media hora antes del desayuno habitual. Besos.
Carmen, bienvenida a mi blog. Me alegra que te guste lo que has visto en él, y yo, encantada de tenerte como seguidora. Besos.
Margot, éstas son las experiencias de una jovencita estudiante. Estoy segura de que si hoy volviera a Irlanda, no sería igual, y no me implaría a comer chuches. Pero es un país en el que la patata no falta nunca, por aquéllo de la hambruna del siglo XIX, y su gastronomía tampoco es que sea muy rica, que digamos. Y si tienes pensado incluírme en uno de esos posts que comentas, yo, encantada, ja ja. Besos.
Muchas gracias a todos por vuestras palabras, vuestros comentarios, sin los que un blog no podría alimentarse y crecer. Besos.
Carlos, pues no, digamos que el bar La Peña no se ha hecho de oro, conmigo, no. Creo que he entrado una vez, y para ir al servicio, ya ves. Es que no somos de bares, la verdad. Y lo rico que tiene este plato es que se aprovechan todos los sabores, porque el caldo de cocer el rabo se aprovecha para hacer las lentejas, así que imagínte qué plato ... Besos.
ResponderEliminarMarta, vaya con tu madre; sí que te lo hacía pasar mal, eh. Si ya tenías más que suficiente con tener que pasar con el trance de un plato, ale, dos. ¡Jopéééé! Ji ji. Pero una madre es una madre. ¡Y lo que cuidaba de ti para que estuvieras sana, eh! Besos.
Clemenvilla, mi marido es el primero de la casa al que le encantan las lentejas. Yo creo que lo celebra como si fuera una fiesta cada vez que las hago, ya ves. Besos.
Morguix, pues sí, ya veo que todo un trauma infantil el que se nos creó de pequeñas, eh. Yo que veía al conejito corriendo, y luego ... ¡zaca! A la cazuela. No pude con aquéllo, por Dios. Besos.
Lily, como cada comedor de colegio es un mundo, me creo que prefirieras las lentejas de allí a las de tu madre, pero la pobre, ¿qué pensaría? Sin embargo mi hija dice que la comida del comedor es horrible. Claro, acostumbrada a comer bien en casa ... ja ja. Besos
Jose, es una delicia de plato, de verdad que sí. Celebro que te haya gustado. Besos.
Marymary, me alegro de haber conseguido mi propósito: engrandecer un plato de lentejas corriente y de hacer que incluso las que las aborrecéis estéis rogando por degustar un plato de elllas. Besos.
Miles de gracias por dedicar un ratito de vuestro tiempo a leerme y a dejar unas palabras. ¡Qué delicia! BEsos.
MónicaG, veo que para muchos esa relación odio hacia las lentejas ha ido mejorando y se ha convertido en amor. Me alegro, porque merecen la pena. En cuanto pueda me paso por tu blog. Besos.
ResponderEliminarPami, qué le vamos a hacer. En este mundo tiene que haber de todo, y lo que a uno parece raro, para otro es lo más normal. Depende del grado de percepción de cada cual, ¿no crees? Besos.
Lidia, pues sí, si te gustan las lentejas, y no estás segura de si te convencerá el rabo, es una buena forma de intentar comerlo. Besos.
Pecaminoso, aysss, ya queda menos para volverlas a comer. ¡Cuánto las vas a disfrutar, eeeh! Ja ja ja. Besitos.
miselo, bienvenid@ a mi blog. Yo estoy encantada de tenerte como seguidor@, y así no te pierdes nada de lo que yo cuelgue. Besos.
Maria Dolores, toda la sustancia está en el plato, y no se escapa nada de nada. Besos.
Adi, me alegra verte de nuevo por aquí. Es verdad que el tiempo nos pasa malas jugadas, porque no tenemos tanto como desearíamos, sobre todo cuando se trata de hacer cosas que nos encantan, así que habrá que racionarlo seriamente. Bss.
Salomé, gracias por venir hasta aquí. Ya respondí en tu blog a tu pregunta, y todavía estoy indagando. Besos.
Chelo, vaya, parece que entonces ha habido conexión en nuestras cocinas, eh. Bienvenida a mi blog. Besos.
Topino, me alegra saber que te gusta mi blog. No tengo música en él. Creo que es muy personal, que lo que a mí me gusta, puede que no guste a otr@s y por éso me lo reservo para mí. Besos.
Loreto, uuummm, muy suculento y rico. Sí señor. Besos
Ana, humildes, tú lo has dicho, las lentejas son muy humildes, para tan ricas y nutritivas que no se les puede perder de vista, ¡verdad? Besos.
Claudia, uuuffff, si te gusta el chocolate tanto como nosotros, entonces disfrutas tanto de un plato de lentejas como mi marido. A mí me gustan, pero a él le apasionan. Vaya que sí. Besos.
Gracias, gracias, gracias. ¿He dicho gracias? ja ja ja. Y besos, besos a repartir entre todæ@s l@s que habéis venido a disfrutar de estas lentejitas.